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Sesión posterior al visionado

a. Claves desde la educación emocional

Secuencia 01. ¿Cómo me veo?

“En el agua del lago se vio reflejado y orgulloso empezó a zapatear”

Claves pedagógicas

Al principio del relato, el narrador nos dice que un cordero, con una lana que brillaba bajo el sol, se sintió orgulloso cuando vio su reflejo en el agua. Estaba tan contento que se puso a bailar. De esta manera, reflexionaremos con los niños y niñas sobre la importancia de una autoimagen positiva. El grado de aceptación y el concepto que cada persona tiene de sí misma son la base de la seguridad, confianza y libertad individual. Pero, igualmente, el requisito imprescindible para el compromiso de los demás. La educación en la diversidad y en la aceptación de las diferencias debe partir, por tanto, de la afirmación y valoración de uno mismo. ¿Cómo podemos pedir a los niños y niñas que aprecien las diferencias entre las personas si no se valoran primero ellos mismos?

La línea de salida será la “brillante lana” del cordero para que cada niño y cada niña identifique su “lana” particular y visibilice una autoimagen positiva.

Preguntas para la reflexión en grupo
  • ¿Por qué está tan contento el protagonista?
  • ¿Está orgulloso de sí mismo? ¿Por qué?
  • Fíjate en su postura. ¿Cómo es? ¿Tiene algo que ver con cómo se siente? ¿Te pasa lo mismo?
  • El cordero se siente orgulloso de su lana. Con ella se ve seguro. Se gusta. ¿Qué es lo que más te gusta de ti mismo o de ti misma?
Actividad

Mi nombre es ________________________

Nací en ________________________ el día ____________

Los miembros de mi familia son ________________________

Mi comida favorita es ________________________

Mi juguete preferido es ________________________

Lo que más me gusta es ________________________

Lo que menos me gusta es ________________________

Así me veo yo (dibujo mi retrato)

Secuencia 02. Me siento bien cuando gusto a los demás

“Ante su vecindario bailó y bailó,
y su danza confianza para unirse al baile les dio.”

Claves pedagógicas

Cuando nuestro protagonista baila contagia al resto. Los peces, el búho, los perritos de las praderas, la serpiente... le miran con admiración y le animan a continuar. Casi nadie pone en duda que sentirse valorado es una necesidad emocional básica de todos los seres humanos. A la edad de seis años la mayoría de niños y niñas tienen un concepto de sí mismos. Se ha construido de entrada por las imágenes reflejadas en los demás. Es decir, nuestra imagen inicial la creamos a partir de lo que los demás nos cuentan de nosotros mismos, no tanto de quienes somos en realidad. De ahí la importancia de valorar los comentarios positivos en relación a uno mismo y a los demás.

En la actividad que proponemos los niños y niñas serán conscientes de que a todos nos gusta escuchar comentarios positivos de los demás y que, por tanto, es importante oírlos de nosotros.

Preguntas para la reflexión en grupo
  • ¿Quiénes son los animales que acompañan al cordero?
  • Fíjate en el escenario: ¿Qué tipo de paisaje es? ¿Cómo es?
  • ¿Cómo reaccionan los animales cuando ven bailar al cordero?
  • ¿Cómo crees que se siente el cordero?
  • Piensa en alguna situación en la que a alguien le ha gustado algo que has hecho. ¿Cómo te sentiste?
Actividad

Seguro que has pensado muchas veces algo bonito de un compañero o compañera, pero no se lo has dicho. Ahora tienes la oportunidad. Nos sentamos en un círculo. Cada uno piensa en el compañero o compañera que tiene a su derecha. En un folio haremos su retrato y le pondremos por título: “(nombre de tu compañero) es genial”. En el dibujo escribiremos lo que más nos gusta de él: una habilidad, algo que lo hace diferente...

Después, enseñararemos los dibujos y explicaremos al grupo por qué su compañero o compañera es genial.

Secuencia 03. ¿Por qué no me gusta sentirme diferente?

“Sin avisar, sin ninguna razón, se llevaron mi lana y me dejaron pelón.”

“La gente al pasar se ríe mirándome y es cruel, porque es ridícula y rosa mi piel.”

Claves pedagógicas

De repente, alguien aparece y esquila al cordero. Lo deja sin su lana, su mayor tesoro, y se siente ridículo. Los animales que antes lo admiraban ahora se ríen de él. El cordero se esconde porque se avergüenza. Se siente rechazado. Su porte orgulloso y erguido ha desaparecido. Ahora camina encogido, con la cabeza baja, y busca un sitio donde esconderse. El cordero experimenta el rechazo. En distintos grados, todas las personas lo viven en algún momento de su vida. Pero en los niños y niñas, sentirse discriminado y rechazado tiene mayores consecuencias, porque la seguridad en sí mismos está construyéndose. Cuando los niños y niñas sienten la marginación de los demás, sienten que están solos, que son ignorados. La vulnerabilidad y el miedo se traducen finalmente en desconfianza ante nuevos posibles rechazos.

Pretendemos que los niños y niñas sean conscientes de las situaciones que viven en las que se sienten despreciados por el grupo y qué emociones les provocan. Es el paso necesario para empatizar con otros niños y niñas discriminados por el grupo y desarrollar las estrategias necesarias para no rechazar a los y las diferentes.

Preguntas para la reflexión en grupo
  • ¿Por qué esquilan al cordero?
  • ¿Cómo se siente cuándo le quitan la lana?
  • ¿Cómo reaccionan los animales al verlo? ¿Por qué ya no le admiran? ¿Qué les dirías?
  • ¿Por qué el cordero no se enfada con ellos si se están riendo de él? ¿Tú qué habrías hecho?
  • Fíjate en cómo se mueve cuando está desnudo. ¿En qué se diferencia con la postura que tenía al principio?
  • ¿Por qué llueve justo cuando al cordero lo dejan sin lana? En el corto ¿en qué escenas brilla el sol? ¿En cuáles llueve?
Actividad

Cuando esquilan al cordero y los demás se ríen de él, se siente triste y se esconde. ¿Te ha pasado a ti algo parecido? ¿Cómo te sentiste?

Me sentí avergonzado / avergonzada cuando ________________________

No me gustó que me dijeran que ________________________

Lo que más triste me puso fue ________________________

Me hubiera gustado que ________________________

Tenía miedo de ________________________

Sentí rabia cuando ________________________

Si me volviera a pasar yo les diría que ________________________

Secuencia 04. Todos y todas somos diferentes

“Tu mente te miente eso sí es cruel
¿Qué el color importa? ¡Vaya cuestión!
eres gris, púrpura, morado o marrón.”

Claves pedagógicas

Los animales se ríen del cordero sin comprender qué le pasa. No le han preguntado qué le ha ocurrido ni cómo se siente. Sin embargo, cuando el “conejílope” ve al cordero, lo mira, se detiene y le pregunta qué le ha pasado. Es el primero que demuestra empatía con el “diferente”. Pero además, el conejílope le recuerda que nuestra mente a veces nos miente “¿Qué el color importa?, vaya cuestión”. Anima al cordero a no hacer caso al pensamiento negativo que le hace esconderse “mi piel es ridícula y rosa”. El conejílope nos recuerda que no es el color de la piel lo que nos diferencia. Nuestra mente pone las distancias entre los seres humanos.

Precisamente, la educación en y para la diferencia, debería ser una constante en la escuela y los ámbitos educativos no formales. La diversidad en sus múltiples facetas, cultural, social, individual, está cada vez más presente en nuestra sociedad. Pero una acción educativa en este sentido debe partir de la aceptación de las diferencias individuales –y propias- para poder desarrollar actitudes de empatía con otras personas “diferentes”. De ahí que la actividad que proponemos parte de la experiencia de la aceptación de la diferencia como algo natural y esencial en todos los seres humanos.

Preguntas para la reflexión en grupo
  • Fíjate en los colores de la escena en la que aparece el conejílope. ¿Por qué cuándo aparece el conejílope vuelve el sol? ¿Qué crees que significa?
  • El conejílope es un animal imaginario. ¿A qué animales te recuerda?
  • ¿Qué hace el conejílope cuando ve al cordero?
  • ¿Por qué le dice el conejílope al cordero que su mente le miente?
  • ¿Tú crees que el color de la piel es importante? ¿Por qué?
  • ¿Por qué dice el narrador que el conejílope es sabio?
Actividad

En un papel grande vamos a dibujar cada silueta. Cada niño y niña se tumbará sobre el papel. Otro compañero o compañera repasará su silueta sobre el papel con un rotulador grueso. Después, cada uno dibujará sobre su silueta sus rasgos característicos: el color y largura del pelo, la ropa que lleva, si tiene gafas o aparato en los dientes y en el lugar de las manos pondremos la huella de cada mano con tinta.

Al final, miraremos todos juntos las siluetas y las manos. No hay ninguna igual a otra. Todos somos diferentes y está bien que sea así.

Después podemos recortar cada silueta y pegarlas en la pared unidas por las manos. Las miramos todas juntas. Aunque somos diferentes también somos muy parecidos. ¿Qué tenemos en común?

Secuencia 05. Somos únicos

“Si te sientes fatal, ¡Mira alrededor!
Tienes un cuerpo, y patas, y pies
la cabeza en su sitio, perfecto ¿lo ves? Tú puedes volar.
Levanta una pata, pisa para impulsar
hacia arriba iras y eso es saltar.
Con solo intentarlo lo puedes lograr.”

Claves pedagógicas

El cordero, con la ayuda de los consejos del conejílope, se da cuenta de que su felicidad no depende de su lana sino que está dentro de él. Puede perder la lana, pero nadie le va a quitar la fuerza para saltar y bailar. Cuando el cordero se da cuenta de que “puede volar”, ya no le importa su aspecto, ni que se rían de él. Su vulnerabilidad se ha convertido en su fortaleza. Hay algo dentro de él, a salvo de lo que los demás puedan decir o hacer. Su concepto de sí mismo ha cambiado totalmente. Sigue desnudo y rosa, pero cuando se mira en el agua, ya no se ve ridículo, ni se esconde. Ahora su porte vuelve a ser erguido, levanta la cabeza, posa orgulloso. El corto termina con la celebración de la presencia de “conejílopes”; es decir, las personas que saben mirar más allá de los colores, las apariencias y conectan con la humanidad que nos une a todos los seres humanos. Esta reflexión nos servirá para ayudar a los niños y niñas a construir una autoestima positiva, que debe partir del reconocimiento de sus éxitos y de la aceptación de sus límites. Sólo desde ahí podrán desarrollar estrategias para ponerse en el lugar de otros, aceptar las diferencias y ser personas solidarias.

Preguntas para la reflexión en grupo
  • ¿Cuál es el consejo que le da el conejílope al cordero?
  • ¿Por qué le dice que es “perfecto” si está sin pelo?
  • Compara la postura del cordero cuando lo esquilan y la que tiene al final ¿Qué diferencias hay?
  • El cordero sigue sin pelo pero parece distinto. ¿En qué ha cambiado?
Actividad

Vamos a seguir los consejos del conejílope. Individualmente vamos a pensar cómo podemos superar los miedos y darnos cuenta de que, como el cordero, nosotros y nosotras también podemos saltar y bailar, aunque no nos creamos capaces.

Pensamientos negativos Pensamientos positivos
Convierto lo negativo en positivo ¿Qué pensamientos negativos tienes?

Ej: soy torpe, no puedo, no me va a salir...
¿Qué pensamientos positivos los pueden sustituir?

Ej: si lo intento mejoraré, soy inteligente, lo puedo lograr...
No generalizo Aunque una vez te haya salido algo mal, eso no significa que nunca lo vayas a hacer mejor. Escribe en una frase, y en positivo, algo que a partir de ahora vas a intentar hacer mejor.
Me centro en lo positivo Todos y todas tenemos algo bueno, de lo que sentirnos orgullosos. Debemos apreciarlo y tenerlo en cuenta cuando nos evaluemos a nosotros mismos. ¿De qué te sientes tú más orgulloso u orgullosa?
Soy consciente de mis logros Piensa en el mayor éxito que has tenido últimamente. Es una muestra de que muchas veces consigues lo que te propones. Escríbelo y cuéntalo en el grupo.
No me comparo con los demás Todas las personas somos diferentes. Tenemos cualidades positivas y negativas. Compararnos con otras personas no tiene sentido porque no somos ni superiores ni inferiores a otras personas. ¿Te comparas con alguien? ¿Por qué?
Me esfuerzo por mejorar También hay algunos aspectos de los que no estamos satisfechos o satisfechas. Podemos superarlos si confiamos en que los podremos lograr. ¿Qué te gustaría cambiar de ti mismo, de ti misma? ¿Qué cosas concretas puedes hacer para lograrlo?

“Y cada mayo volverá a pasar,
ellos aparecerán y se lo han de llevar.
Lo traerán esquilado, desnudo y pelón,
pero ya no le causa preocupación.
Porque más, más quiere saltar.”