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Sesión posterior al visionado

b. Claves desde la educación para la igualdad

01. Protagonismo femenino

Preguntas para el debate
  • Las protagonistas de la película son en su mayoría mujeres. ¿Qué supone e implica este protagonismo?
  • ¿Qué aporta el punto de vista de género al cine y a espectadoras y espectadores?
Claves para el debate

En la guía de la película ‘El domingo si Dios quiere’ apuntábamos que históricamente, el cine ha estado dominado por la mirada y el punto de vista de los hombres. Este dominio se refleja directamente en la construcción de los personajes, tanto masculinos como femeninos. Los personajes masculinos protagonizan las historias. Sus acciones, aventuras, identidad y subjetividad son las que se desarrollan, mientras que los personajes femeninos, son relegados a ser personajes secundarios. Su función es, habitualmente, la de cuidar a los demás, o satisfacer la mirada masculina a través de personajes hipersexuados. Esta estructura de la narrativa cinematográfica crea un orden simbólico tradicional y patriarcal que refuerza las desigualdades existentes en las sociedades.

Ana en primer término, detrás, su madre y sus hermanas

Pie de foto: Ana en primer término, detrás, su madre y sus hermanas.

El protagonismo femenino –que de una manera directa está vinculado con el acceso de las directoras a la industria cinematográfica- posibilita la creación de nuevos modelos de personajes femeninos alejados de los estereotipos de género.

En ‘Las mujeres de verdad tiene curvas’ destacan los personajes femeninos. Ana, Doña Carmen, Estela, Pancha o Rosalie muestran sus vidas, sus trabajo, sueños y aspiraciones.

El protagonismo de Ana es esencial en la película. En su viaje iniciático hacia la madurez, conocemos cómo le afectan los mandatos de género -que no afectan a los hombres- somos testigos de cómo se transforman sus relaciones con su entorno familiar, especialmente con su hermana Estela, y cómo vive su primera experiencia amorosa y sexual.

El desarrollo de su personaje pone en marcha diversos procesos de visibilidad, identificación y de empatía. Por un lado, visibiliza problemáticas vitales a menudo ocultas por afectar a los ámbitos domésticos y personales y, por otro, crea nuevos procesos de identificación alejados del imaginario patriarcal.

02. Modelos de mujeres y estereotipos que representan

Preguntas para el debate
  • ¿Qué modelo de feminidad representan Doña Carmen?
  • ¿Cuáles son las armas de Doña Carmen para influir en su familia?
  • ¿Qué modelo de feminidad representa Ana?
  • ¿Qué diferencias observas entre ambas feminidades?
Claves para el debate
Mujeres en las calles. Dos feminidades contrapuestas

Pie de foto: Mujeres en las calles. Dos feminidades contrapuestas.

En ‘Las mujeres de verdad tienen curvas’ conviven diversos personajes femeninos. Destacan dos modelos de feminidad muy marcados y diferenciados. La feminidad tradicional y patriarcal está representada el personaje de Doña Carmen, Ana refleja, un nuevo modelo de feminidad moderna. Ella lucha por definir su identidad fuera de los modelos tradicionales.

Doña Carmen es una figura respetada en su ámbito familiar y laboral, de ahí su rango de “Doña”. Ha trabajado durante toda su vida, tanto en su México natal como en Los Ángeles. Considera que el destino natural de las mujeres es el matrimonio y la maternidad.

Sus hijas no parecen tener los mismos objetivos vitales que ella, por lo que Doña Carmen se siente fracasada como madre. Ha perdido ya toda esperanza de que Estela se case, pero todavía tiene depositadas esperanzas en Ana. Por eso es tan reticente a que Ana continúe con sus estudios en la Universidad de Columbia.

Para Doña Carmen la educación de Ana es un asunto familiar. Que Ana vaya a la Universidad es una amenaza a la unión familiar, que es lo que realmente importa. Es más importante el taller de Estela o el cuidado del abuelo que la oportunidad que se le presenta. Si Ana hubiera sido un chico, es difícil imaginar que apelaran a la carga sentimental que tiene el abandono del abuelo, único argumento capaz de hacer callar a Ana. En este caso, la familia se impone a las posibilidades de prosperar. La oportunidad de trascender el estatus de inmigrantes no es lo suficientemente importante, si supone el riesgo de la destrucción de la unidad familiar, célula básica.

Además de un asunto familiar, que Ana estudie es también un asunto personal para Doña Carmen:

Doña Carmen (00:09:11): “Yo le puedo educar. Yo le enseño a coser, y le enseño a criar a sus hijos, a atender a su marido. Esas cosas no le van a enseñar allá en el colegio”.

Señor García: “Está bien, mira, se puede casar después”.

Doña Carmen: “Que no me estás oyendo, Raúl. Es cuestión de principios. No es justo. Yo trabajo desde la edad de 13 años. Ana tiene 18 años. Ahora le toca a ella. Que trabaje”.

Doña Carmen, 'puro lomo'

Pie de foto: Doña Carmen, “puro lomo”.

El diálogo que reproducimos indica la concepción tradicional y patriarcal de la familia que tiene Doña Carmen. Esto se traduce en un claro resentimiento ante las mayores oportunidades de su hija. Doña Carmen dinamita el modelo cinematográfico de madre luchadora, que intenta que sus hijas tengan las oportunidades que ella no ha tenido. En este sentido, resulta un personaje lleno de matices.

Las armas de Doña Carmen para influir en su familia son sentimentales y se basan en el chantaje. Usa la pena y la lástima. Finge todo tipo de males físicos para influir en sus hijas y especialmente en el ánimo de Ana. No es casual que la película comience y termine con Doña Carmen postrada en la cama. Asimismo, son continuas las referencias a los sacrificios que ha realizado por lo demás. Para ella estos sacrificios legitiman su autoridad. Apelar a estos aspectos es una constante de la feminidad patriarcal. Relegadas al ámbito doméstico y al cuidado, en ocasiones este modelo de mujeres basan su poder en la utilización del chantaje sentimental.

Doña Carmen construye su feminidad con referentes patriarcales. Es una ávida espectadora de telenovelas y le encantan los chismes y cotilleos del mercado. Aprovecha estos momentos para achacar todas las desgracias de la humanidad a que las mujeres no hacen caso de sus madres. Cree que una madre siempre sabe lo que es mejor para sus hijas: su futuro, su trabajo, el hombre que les conviene… y por eso su palabra es casi sinónimo de ley.

Presiona brutalmente a sus hijas con su aspecto físico. Según Doña Carmen, su gordura les va a impedir encontrar marido. Esta cuestión la abordaremos más adelante en el punto 05. Representación del cuerpo y de la sexualidad.

Ana representa el modelo de feminidad moderna. Esta feminidad no vive bajo los dictados patriarcales. Sus aspiraciones van más allá del matrimonio y el cuidado de la familia. Lucha por conseguir oportunidades que le permitan avanzar.

La nueva feminidad se ve en diversos aspectos. Todos ellos se van a encontrar con la oposición de su madre. En primer lugar, Ana lucha duro por conseguir una oportunidad para continuar con su educación e ir a la Universidad. Ser chicana le requerirá un esfuerzo mayor, pero no deja de intentarlo.

Ana tiene una concepción de la sexualidad opuesta a la de su madre, desvinculada totalmente de la maternidad y del matrimonio. En el diálogo se comprueban las concepciones enfrentadas entre madre e hija sobre el matrimonio y la sexualidad.

Ana (00:37:26): “Mamá, estás chapada a la antigua”.

Doña Carmen: “¿Puedes creerlo? Hoy en día las chicas se creen muy listas. Así acaban 'panzonas'”.

Ana: “No, se quedan embarazadas porque no usan anticonceptivos”.

Pancha: “Mírala, la señorita sabelotodo”.

Doña Carmen: “A tu marido no le gustará”.

Ana: “¿Por qué?”

Doña Carmen: “Los hombres las quieren vírgenes”.

Ana: “¿Por qué la virginidad es lo único que importa? Una mujer piensa, tiene ideas, cerebro”.

Doña Carmen: “¿Cerebro? ¿Piensa?”

Ana, leyendo en el autobús

Pie de foto: Ana, leyendo en el autobús.

Esta jugosa conversación manifiesta las concepciones antagónicas. Para Ana las chicas se quedan embarazadas no por ignorar la opinión de sus madres, sino por no utilizar métodos anticonceptivos. A diferencia de Doña Carmen, para Ana la virginidad no es un valor añadido en las mujeres. No es un tesoro reservado para el marido. No es lo único que da valor a las mujeres en la sociedad. Ana valora las mujeres como seres pensantes.

En definitiva, algunas características que definen, en este caso, a la feminidad tradicional son las siguientes: importancia de la familia como principal horizonte vital; en relación con la familia, la necesidad de unir su destino al de un hombre a través del matrimonio y de la descendencia; la sexualidad concebida únicamente en el ámbito del matrimonio; el espacio doméstico - que no privado- como lugar natural y la responsabilidad de las tareas domésticas como principal ocupación.

En contraposición, los rasgos principales de la nueva feminidad son la importancia de la educación y de las aspiraciones personales; los nuevos horizontes vitales fuera del ámbito familiar y doméstico; la incorporación al mercado laboral y, en consecuencia, al espacio público. Y, finalmente, la vivencia de la sexualidad desligada de la maternidad.

03. Representación de las masculinidades

El Señor García escucha atentamente a Mister Guzmán. Y Jimmy, una nueva forma de masculinidad.
Preguntas para el debate
  • ¿Quiénes son los aliados de Ana?
  • ¿Qué masculinidad representan los personajes de la película?
Claves para el debate

Los aliados de Ana son los personajes masculinos: su padre, el señor García; su abuelo; y su profesor, míster Guzmán. La película rompe con los modelos de representación, ya que no es habitual que los aliados sean los personajes masculinos en lugar de los femeninos.

Decididamente, los personajes representan una nueva forma de masculinidad alejada de la masculinidad patriarcal y tradicional.

Los aliados de Ana rompen con esta concepción tradicional. Anteponen la educación de Ana a la familia, cosa que no hace su madre, supuestamente su aliada natural. Cuando Ana, finalmente, con el apoyo inestimable de su padre y abuelo consigue ir a la universidad, el abuelo la descarga de toda responsabilidad sentimental cuando le pide que no se preocupe por él. “Tú siempre estarás en mi corazón”.

Jimmy, el compañero de clase de Ana, se encuentra también lejos de la masculinidad patriarcal. La relación que mantiene con Ana se basa en la igualdad y en el respeto.

04. Espacios en los que se mueven las mujeres

Preguntas para el debate
  • ¿Por qué espacios se mueve Ana?
  • ¿En qué espacios se ubican los personajes femeninos?
  • ¿Qué uso hacen del espacio doméstico los personajes masculinos y los femeninos?
Claves para el debate
Las mujeres trabajando en el taller de Estela

Pie de foto: Las mujeres trabajando en el taller de Estela.

Ana transita entre varios espacios. Por un lado entre el espacio doméstico y el espacio público, y por otro entre el espacio de su barrio y el espacio del instituto de Beverly Hills. Ambos tránsitos están relacionados.

Ana trasciende el espacio privado asignado a las mujeres en las sociedades tradicionales y patriarcales al acudir al instituto. Además en este caso concreto, acceder a la educación le permite superar el espacio del barrio chicano. El viaje diario al instituto en el autobús es largo. Una de las secuencias iniciales de la película muestra cómo este tránsito por la ciudad de Los Ángeles no es fácil.

Para Ana además, y ese es uno de los mayores pesares de su madre, el espacio doméstico no es únicamente un espacio de trabajo doméstico y cuidado. Ana lee en casa, trabaja con el ordenador, escribe...

Ana transitando entre espacios

Pie de foto: Ana transitando entre espacios.

En ‘Las mujeres de verdad tienen curvas’ conviven dos generaciones de mujeres. El espacio doméstico no es igual para ambas. Para las mujeres más mayores la casa es un lugar de trabajo lleno de obligaciones. Hacen las tareas del hogar: limpian, cocinan…para las más jóvenes, si bien tienen obligaciones, no son tan rígidas. Ana limpia, pero al igual que sus primos, su padre y su abuelo disfruta de su tiempo.

Todas las mujeres trabajan por lo que sus universos vitales no se adscriben en exclusividad al hogar. Pero es necesario realizar algunas matizaciones.

El trabajo de las protagonistas se desarrolla en el ámbito de la industria textil. Esta industria es una prolongación del trabajo doméstico. Las mujeres adquieren en la educación y socialización tradicional aprendizajes como la costura y otras habilidades como la paciencia, obediencia, constancia o minuciosidad. Es un trabajo que no requiere cualificación por lo que es un trabajo ínfimamente remunerado. Como extensión del rol doméstico y por lo bajo de sus sueldos, no permiten a las mujeres superar sus situaciones de inferioridad y desigualdad.

05. Representación del cuerpo y la sexualidad

Preguntas para el debate
  • ¿Cuál es el modelo y el canon de belleza occidental? ¿Afectan de igual manera a las mujeres y a los hombres?
  • ¿Cómo es el cuerpo de las protagonistas de la película? ¿Cómo se relacionan con él?
  • ¿Cómo vive Ana su primera relación sexual? ¿Cómo la transforma?
  • ¿Qué supone para Doña Carmen la menopausia? ¿Qué actitud muestra ante este cambio físico?
Claves para el debate
No hay mejor aderezo que la carne encima del hueso

Pie de foto: No hay mejor aderezo que la carne encima del hueso.

El modelo y canon de belleza occidental como categoría construida ha variado a lo largo de la historia. Actualmente, las modelos y actrices fijan en las sociedades postindustriales, democráticas y capitalistas, el ideal de belleza femenino. Mujeres famélicas que no representan a la mayor parte de las mujeres imponen la dictadura de cuerpos irreales e inalcanzables. El cine tiene mucho que ver con la difusión de estos cuerpos.

La dictadura del físico es otra de las formas de control hacia las mujeres. Históricamente el canon de belleza ha afectado a las mujeres de manera especial. No obstante, desde la última década el culto a los cuerpos perfectos y esbeltos afecta también a los hombres.

Según el canon de belleza occidental actual las protagonistas de la película se considerarían gordas. No es habitual que el cine represente estos cuerpos.

Los comentarios despectivos de Doña Carmen, especialmente hacia Ana, son continuos:

Doña Carmen (00:06:27): “Pero qué no la ve que está más grandota que el pastel?”

Doña Carmen (00:12:38): “No te hagas las ilusiones, nunca entrarás en eso, es una talla 38”.

No obstante, la seguridad de Ana en su propio cuerpo la protege de los ataques verbales de su madre:

Doña Carmen (01:04:00): “¿Te has visto? Estás horrible”.

Ana: “Mama, me gusta tal y como soy”.

Estela: “¡Bien hermanita!”

Doña Carmen: “Las dos debéis adelgazar. Seriáis preciosas sin tanta grasa”.

Pancha: “Ana y Estela están preciosas tal y como son”.

Ana y Estela: “Gracias, Pancha”.

Doña Carmen: “¿No te da vergüenza?”

Ana: “Mama, tú estás igual”.

Doña Carmen: “Sí, pero estoy casada”

Ana: “Vaya, claro. Todo para cazar un hombre (...) Mamá, claro que quiero adelgazar; pero con mi peso también les digo a todos que se jodan. ¿Cómo se atreven a decirme qué aspecto debo tener cuando soy mucho más que unos kilos?”

Cuerpo y sexualidad de Ana
Ana acepta su cuerpo

Pie de foto: Ana acepta su cuerpo.

Ana pierde la virginidad con Jimmy. Vive su primera relación de una manera responsable y saludable. Cuando decide que está preparada para dar el paso, compra preservativos en la farmacia.

Ana vive su sexualidad en libertad. Su relación sexual se da en un contexto de amistad, amor e igualdad. Para ella es muy importante este momento en la construcción de su identidad. Recordemos el fotograma en el que Ana ve su imagen desnuda reflejada en el espejo y acepta su cuerpo. La imagen que le devuelve el espejo de sí misma es una nueva imagen de Ana que le gusta tanto a ella como a Jimmy. En su propia mirada y en la mirada de Jimmy Ana se reconstruye a sí misma.

A Doña Carmen no se le va a pasar por alto la transformación de su hija. Cuando ve a Ana mirándose en el espejo su cuerpo desnudo se da cuenta de que ha perdido su virginidad. Su reacción no se hará esperar:

Doña Carmen (01:03:00): “¡Zorra!”

Ana: “¿Qué?”

Doña Carmen: “¿Ya no eres virgen verdad? (...) No sólo estás gorda. Ahora eres una puta. ¿Por qué no te diste tu valor?”

Ana: “Valgo mucho más que lo que tengo en las piernas”.

Nuevamente vemos el choque generacional entre madre e hija. Para Ana su primera relación sexual ha sido fuente de placer, conocimiento, amor y salud. Para Doña Carmen ha supuesto su deshonra. Su virginidad debiera de estar reservada a su marido tras el matrimonio. No duda en insultarla como en otras ocasiones, aunque en esta ocasión la llega a abofetear por la magnitud de la ofensa.

Cuerpo y sexualidad de Doña Carmen
El cambio de vida. Menopausia: se acabó. Ya no soy una mujer

Pie de foto: El cambio de vida. Menopausia: se acabó. Ya no soy una mujer.

Doña Carmen tiene un serio problema para aceptar su menopausia. Cuando deja de tener el período cree que está embarazada. En lugar de plantearse que dejar de menstruar es consecuencia de la edad, piensa en un nuevo embarazo. Para Doña Carmen significa dejar de ser mujer porque ya ha terminado su época fértil. Vive como una auténtica tragedia su nueva etapa física, “el cambio de vida” como ella misma afirma:

Doña Carmen (01:05:23): “Se acabó. Ya no soy una mujer”.

Esta actitud puede estar motivada por varias razones. Por un lado, ante la posibilidad de que Ana, su hija pequeña, abandone el nido, siente la necesidad de seguir siendo madre, ya que gran parte de su reconocimiento social viene de ese papel. Es también una medida de chantaje sentimental hacia Ana. Únicamente se lo ha contado a ella -es su secreto- y de alguna manera establece un vínculo estrecho con su hija.

Curiosamente, Doña Carmen acude a su hija, en lugar de recurrir al médico desde el primer momento. Para ella, los asuntos de mujeres se deben resolver entre mujeres, en el espacio privado, con recursos femeninos, y no en el espacio público.

06. Nuevos modos de representación

Preguntas para el debate
  • ¿Cómo termina la película? ¿Qué nuevas posibilidades de identificación propone?
  • ¿Qué cuerpos tienen los personajes en las películas mayoritarias? ¿Qué cuerpos muestra esta película?
  • ¿Qué relación mantienen Ana y Jimmy? ¿Es la relación habitual en las películas?
Claves para el debate
Ana caminando como una dama... en Nueva York

Pie de foto: Ana caminando como una dama... en Nueva York.

La película finaliza con la imagen de Ana en las calles de Nueva York. En un claro guiño a espectadoras y espectadores, finalmente camina del modo que siempre la ha corregido su madre, “erguida, recta, como una dama”. Este final es positivo y vitalista.

Nuestra heroína particular- una heroína única en el panorama cinematográfico por los rasgos vistos anteriormente -nos ofrece nuevas posibilidades de identificación. Es una heroína cotidiana. No es una gran heroína cinematográfica, como son los grandes héroes masculinos que, destinados a elevadas misiones, salvan a la tierra o a la humanidad. Pero su lucha no se adscribe únicamente a la cotidianidad. Dada su procedencia mexicana, la fuerte oposición familiar, la situación económica, su logro de ir a la Universidad es equiparable a las misiones de los héroes. ‘Las mujeres de verdad tienen curvas’ ofrece además de una tipología de heroína que no es víctima.

Otra gran aportación son nuevos modos de representación del cuerpo, la sexualidad y el amor. El título de la película es en sí mismo una declaración de principios y de intenciones. Las mujeres reales, las mujeres de verdad no son delgadas, tienen formas, tienen curvas. Por supuesto que a las mujeres de la película les importa su aspecto. De hecho, Ana llega a afirmar que le encantaría adelgazar, pero no dejan que su aspecto físico determine su existencia. Son felices tal y como son o aprenden a serlo.

Ana caminando como una dama... en Nueva York

Pie de foto: Ana mira los vestidos que plancha y nunca se podrá poner. Y Ana y Jimmy, un amor sin dependencias.

Los kilos de Ana no le impiden ser deseada. A Jimmy le gusta Ana tal y como es. Le gusta tanto por su físico como por su inteligencia y manera de ser.

Desde el punto de vista de las representaciones cinematográficas es interesante la relación que surge entre ambos. Cuando Ana decide tener relaciones sexuales con él, ya sabe que Jimmy se irá a la universidad. Lo habitual en el cine es la representación del amor romántico. Este amor se basa en la dependencia de las mujeres respecto a los hombres. Los personajes femeninos anteponen el amor romántico a cualquier otro interés. Así se fomenta la pasividad, la espera y la entrega.

Pero Ana no depende de Jimmy. Es más, se niega cuando éste le propone seguir en contacto. No quiere ser un lastre para la nueva vida universitaria de Jimmy y, lo que es más importante, no quiere alimentar falsas esperanzas en ella misma.

En definitiva, ‘Las mujeres de verdad tiene curvas’ es una película única, que ofrece nuevas posibilidades de identificación lejos del orden simbólico patriarcal: por el protagonismo de sus personajes femeninos, tanto la heroína que representa Ana, como el soberbio retrato de Doña Carmen, esa madre autoritaria; por la representación de las masculinidades; por mostrar esos cuerpos reales alejados de la dictadura del canon de belleza occidental; por construir una relación amorosa lejos de los patrones patriarcales del amor romántico y por mostrar la sexualidad responsable y libre.