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Sesión posterior al visionado

b. Cine, pobreza y marginación

Secuencia 01. Violaciones de derechos humanos e impunidad

“Ahora vendrán los de Amnistía Internacional a mearse encima por los derechos humanos”

Preguntas para el debate
  • ¿Qué información aporta esta escena a la vida de Jamal?
  • ¿Qué interés tiene que se muestre al principio de la película?
  • ¿Qué emociones transmite?
Claves para el debate

En los primeros minutos de la película asistimos a la tortura de Jamal en una comisaría de policía. Las autoridades sospechan que está haciendo trampa en el concurso. Jamal es maltratado para que confiese por qué sabe las respuestas. Vemos cómo sumergen la cabeza de Jamal en una bañera, le aplican corriente eléctrica en los pies hasta que se desmaya y le abofetean constantemente. El delito que justifica, según la policía, estas prácticas aberrantes es ser un chico de la calle que va camino de romper el orden social establecido.

Esta escena revela el rígido orden social vigente en la India. Es la causa de que se someta a Jamal a un trato denigrante con total impunidad. ¿Ocurre realmente esto en la India? Desgraciadamente, Amnistía Internacional así lo demuestra. Según el Informe 2010, en ese año se produjeron en la India casos de tortura y detenciones arbitrarias relacionadas con la legislación antiterrorista y de seguridad. Tal y como documenta dicho informe a partir de los casos denunciados, la ley se ha endurecido tras los atentados de 2008 en Mumbai. En algunos estados la organización señaló ejecuciones extrajudiciales y defensores y defensoras de los derechos humanos padecieron amenazas y detenciones arbitrarias. La impunidad siguió vigente en muchos casos y los procesos judiciales no garantizaron justicia para numerosas víctimas de violaciones de derechos.

No es casual que la película comience con esta escena. Boyle nos anuncia que el escenario es real, que la historia es creíble. El juego entre la realidad (que inicia esta escena) con la ficción (del plató del programa) será una constante en toda la película. La realidad está marcada por la dureza de la vida de Jamal. La tortura de la que es víctima nos sitúa en la constante de su vida: la lucha por superar las múltiples limitaciones que la sociedad impone a un chico de la calle.

Secuencia 02. El despegue de las grandes ciudades

“Bombay pasó a llamarse Mumbai”

Preguntas para el debate
  • ¿Qué te sugiere la evolución del barrio de Jamal?
  • ¿Crees que es real la transformación que presenta la película?
  • ¿Por qué?
Claves para el debate

“India está en el centro del mundo y yo estoy en el centro de este centro”, proclama Salim en su momento de triunfo. El escenario de esta afirmación es Dharavi, el barrio donde nacen las personas protagonistas. Está considerado el mayor asentamiento de chabolas de toda Asia. No obstante, hoy está integrado en Mumbai, capital del estado de Maharashtra, fundamental en la coyuntura socioeconómica de la India. Por un lado, concentra el mayor ingreso por habitante —que supera en más del 40% al resto del país— y la mayor disparidad socioeconómica de toda la India.

La evolución de Dharavi acompaña al crecimiento de Jamal y Salim. Los niños se transforman en adolescentes (recordemos la elipsis temporal del viaje en tren) y finalmente en adultos. Cuando Jamal sube al rascacielos mira el barrio de su infancia. Ahora es la imagen de una gran ciudad: grandes edificios, centros comerciales, zonas verdes... “Ese solía ser nuestro barrio. ¿Puedes creerlo? Solíamos vivir justo aquí”. La frase de Jamal hace referencia a los profundos cambios urbanísticos experimentados en la India en los últimos 50 años. Sin embargo, la riqueza inmensa y la pobreza absoluta conviven todavía en las grandes ciudades.

En la película hay multitud de escenas que reflejan este contraste. Por decir sólo un ejemplo, la casa en la que viven Jamal y Salim frente a la residencia de Lathika (propiedad de la mafia) sólo unos años después. Los estudios realizados al respecto confirman la convivencia de estas dos realidades. Para el año 2050, se prevé que el 55% de la población india (unos 900 millones de personas) viva en centros urbanos. Los grandes asentamientos precarios en las ciudades acogerán a miles de personas marginadas del gran desarrollo del que gozarán las grandes urbes. El historiador social Jim Masselos lo refleja en su ensayo ‘Migración e identidad urbana: el hambre de los refugiados de Bombay en el siglo XIX’ (1). Cita un documento de 1989 en el que las autoridades municipales afirman que la ciudad “sufre cada vez más la afluencia de personas indigentes, desamparadas, problemáticas y enfermas, procedentes de estados nativos”.

Secuencia 03. El conflicto religioso

“Según la célebre descripción del Dios Rama, ¿qué objeto sostiene en su mano derecha?”

“Me levanto cada mañana deseando no haber sabido la respuesta a esa pregunta. Si no fuese por Rama y Alá... todavía tendría una madre.”

Preguntas para el debate
  • ¿Por qué dice Jamal que hubiera preferido no conocer la respuesta?
  • ¿Qué tienen que ver Rama y Alá con la desaparición de la madre de Jamal?
Claves para el debate

La madre de Jamal muere víctima de un enfrentamiento en la calle. No es una disputa callejera. Es el reflejo de las tensiones entre hindúes y musulmanes en la India y que han causado miles de muertos en las últimas décadas. De ahí la dureza de la frase de Jamal.

El valle de Cachemira (bordeado en café), que junto con Jammu y Ladakh componen el estado indio de Jammu y Cachemira. De Wikipedia.

Para comprender el origen del conflicto es preciso remontarse a la independencia de la India. Los intercambios forzosos de población entre la India y Pakistán, tras la partición del subcontinente indio en 1947, causaron disturbios extremadamente violentos entre las comunidades hindúes y musulmanas. El conflicto de Cachemira ha sido uno de las cuestiones centrales de este problema. Desde esa fecha, la India y Pakistán (y entre la India y la República Popular China) se disputan Cachemira, la región ubicada al extremo noroeste del subcontinente Indio. India y Pakistán se han enfrentado en tres guerras distintas por la región de Cachemira: en 1947-1949, en 1965 y en 1971. Los dos países se enfrentaron de nuevo en 1999. La región es una de las más militarizadas del mundo. La situación actual es que Pakistán gobierna la mitad de la zona, China una pequeña parte, y la India la otra mitad. Estas tres potencias poseen el arma nuclear. Otro de los principales problemas de la India es precisamente la violencia, tanto del terrorismo como de la delincuencia.

El atentado del Samjhauta Express fue un ataque terrorista que tuvo lugar el 18 de febrero de 2007 en ese servicio ferroviario que conecta Delhi (India) con Lahore (Pakistán). Las bombas estallaron en dos vagones llenos de pasajeros, a 90 kilómetros al norte de Nueva Delhi. En el incendio murieron 68 personas y 50 resultaron heridas. La mayoría de las personas fallecidas eran civiles pakistaníes, pero entre las víctimas había también civiles indios y personal militar indio que vigilaba el tren. Los conflictos entre extremistas hindúes y musulmanes continúan en la actualidad —atravesados por una mutua intolerancia religiosa, teñida de un nacionalismo exacerbado— y provocan numerosos atentados terroristas. Uno de los últimos fue el ataque al centro turístico de Mumbai, realizado en 2008 por un grupo extremista musulmán de Cachemira.

Secuencia 04. Las castas

“Jamal Malik, chico del té de Mumbai... Juguemos a ¿Quién quiere ser millonario?”

Preguntas para el debate
  • ¿Qué significa ser en la India “chico del té”?
  • ¿Por qué es tan llamativo que pueda ganar el premio?
Claves para el debate

¿Qué tiene de especial que Jamal llegue a ganar 20 millones de rupias? (más de 300.000 euros). Jamal, por ser musulmán, está fuera del sistema de castas. Sin embargo, es un chico de la calle, un perro callejero; es un dalit, un “intocable”. ¿Qué significa ser “intocable” en la India?

Para comprender este hecho debemos conocer el sistema de castas, columna vertebral de la sociedad hindú. (Ver Sesión previa - El escenario de la película)

En la práctica, este sistema condena a la pobreza a más de 170 millones de personas dalit (alrededor del 16% de la población). Es la casta la que determina con quién deben casarse, relacionarse, trabajar… No hace mucho, en el norte de la India se obligaba a los “intocables” a anunciar su llegada con tambores y se consideraba que ensuciaba incluso su sombra. En el sur, algunos brahmanes decretaron que las castas inferiores debían permanecer a una distancia de 22 metros de ellos, para no contaminarlos. Pero esta discriminación basada en la casta tenía también una dimensión pragmática. Los “intocables”, sin acceso a la educación ni a los libros de los brahmanes, ejercían trabajos muy necesarios: incineración de cadáveres, limpieza de letrinas y pozos sépticos, trabajos con cuero… tareas que implican un contacto con sangre y excrementos y otras “corrupciones” del cuerpo (según las normas jurídicas que rigen el sistema de castas en el Código de Manu).

Aún hoy, no se permite que los dalits crucen la línea invisible de “contaminación” que separa su parte de la que ocupan las castas superiores. Sin embargo, una mujer dalit, cuya mera sombra es impura, puede dar masajes a una mujer de casta superior a la que sirve. A su vez, a los hombres de casta superior no les importa violar a las dalits o tener relaciones con prostitutas de categoría inferior, aunque constituya un sacrilegio tocarlas por casualidad en la calle. Una de las razones principales que perpetúa el sistema de castas es que la noción jerárquica de bien social es legitimada por las propias categorías inferiores. Éstas reproducen dicha jerarquía cuando imitan los valores culturales de las castas superiores discriminando a las inferiores a la suya. Los sociólogos y sociólogas sostienen que hay más de 2.000 castas y subcastas que se dividen de acuerdo con criterios laborales, sectarios, regionales y lingüísticos. Incluso los dalits, pese a su condición de parias, se subdividen en otras castas.

Desde la Constitución de 1950, la quinta parte de los escaños del Parlamento está reservada a los miembros de las castas “registradas” (término oficial para designar a los dalits), y algunos estados son gobernados por partidos poderosos basados en alianzas con castas inferiores. Sin embargo, las cuotas y la asignación de puestos de trabajo no han consolidado la igualdad, la dignidad ni tampoco la seguridad de las personas humilladas de la India. En las zonas rurales, el estigma social es todavía demasiado fuerte para borrarlo sólo con una ley. Aproximadamente dos tercios de los dalits son analfabetos y alrededor de la mitad son campesinado sin tierra. Sólo el 7% dispone de agua potable, electricidad y retretes. Y también son dalits la mayor parte de los 40 millones de trabajadores forzosos existentes (que trabajan como esclavos para pagar sus deudas), incluidos 15 millones de niños y niñas. Aunque han mejorado en educación y oportunidades de trabajo y la división entre castas ya no es tan estricta, los dalit sólo se casan entre ellos. Viven segregados en todas partes del país, generalmente en las periferias de las poblaciones. Un tercio no tiene acceso a los crematorios al lado de las otras castas. Una quinta parte tiene que caminar largas distancias para traer agua, no porque no la haya, sino porque no se les permite compartirla. En ciertas áreas rurales, a los dalit se les sirve el té en vasos diferentes, o no les dejan entrar a los templos.

Es el sistema del que procede Jamal Malick, chico del té de Bombay. Es a su vez uno de los grandes retos a los que se enfrenta la tercera potencia mundial que es la India.

Secuencia 05. La situación de pobreza extrema de muchos niños y niñas

“¿Quieres vivir como un chico de la calle o vivir como un hombre?”

Preguntas para el debate
  • ¿Qué significa ser un niño/a de la calle en la India?
  • ¿Cuál es la situación de los niños y niñas de la calle?
  • ¿Cuáles son sus principales problemas?
Claves para el debate

Con la infancia de Jamal, Salim y Latika, Boyle retrata los derechos vulnerados de miles de niños y niñas de la India.

“Todas las mesas están ocupadas en Haldiram's, un restaurante en Nueva Delhi, India. Reina la algarabía. En las mesas más grandes, padres jóvenes y a la moda, abuelos bien vestidos y niños contentos y emocionados disfrutan su cena. En mesas más pequeñas, cerca de ellos, se sientan las ayas, las niñeras de los niños. Estas nanas son apenas mayores que los niños a quienes cuidan, y lucen tan fuera de lugar que se rompe el corazón al verlas. Cada niña gana menos dinero en un mes de lo que sus empleadores gastarán en la cena de esa noche. Ninguna de las niñas asistirá a la escuela. Pasarán sus vidas comiendo sobras y vistiendo la ropa que les regalen”.

Madhur Singh describe esta escena cotidiana en un restaurante de Nueva Delhi. Destapa así uno de los temas pendientes más urgentes para la protección de los derechos humanos en la India.

Desde octubre de 2006, es ilegal que niños y niñas menores de 14 años trabajen, no sólo en actividades consideradas peligrosas, sino también en hoteles, restaurantes y hogares privados. Sin embargo, el trabajo infantil en la India es un secreto a voces. Según datos aportados por UNICEF, en 2008 el 12% de la infancia en la India entre los 5 y los 14 años todavía forma parte de la fuerza laboral. La cifra real podría ser aún mayor: entre 75 y 90 millones. (2)

La ley que prohibió el trabajo infantil levantó las críticas, no sólo del sector empresarial, sino también de algunos activistas de derechos humanos. La causa del trabajo infantil es la pobreza de esos niños y niñas que deben trabajar para sobrevivir. Para algunas asociaciones, eliminar esa fuente de ingresos supone condenarlos definitivamente al hambre y la miseria absoluta. De hecho, muchos de los niños y niñas que deben dejar sus trabajos sufren el rechazo familiar y buscan empleo en otros lugares, a veces en condiciones aún más precarias.

Salim con Latika. Este personaje femenino funciona como resorte dramático de la historia

Otras voces defienden la ley. Las condiciones extremas que soportan los niños y niñas trabajadores son una vulneración flagrante de los derechos más fundamentales: jornadas extenuantes, condiciones insalubres, imposibilidad de acudir a la escuela, explotación sexual encubierta, maltrato físico y psicológico... son denuncias recogidas por multitud de organizaciones internacionales que velan por los derechos de la infancia.

Fuentes gubernamentales afirman haber iniciado el proceso para terminar con esta situación. Harjot Kaur, directora del Ministerio de Trabajo y Empleo, insiste en que el gobierno trabaja ya para mejorar la situación. Señala que hay planes para hacer una encuesta que determine la cantidad de niños y niñas trabajadores y proyectos dirigidos a terminar con el trabajo infantil. En opinión de Madhur Singh, “atender a la población infantil es velar por uno de los mayores recursos de la India: el 35% de sus 1.100 millones de habitantes tiene menos de 15 años de edad”. En la medida que esos niños y niñas puedan asistir a la escuela y recibir una formación de calidad, esa reserva de talento potencial será sinónimo de desarrollo y prosperidad para la India. Algunos líderes empresariales han empezado a darse cuenta de que el futuro de la India está en sus jóvenes y en la educación de las personas más desfavorecidas. A modo de ejemplo, Infosys, una empresa gigante de tecnología, ha establecido 10.000 bibliotecas en áreas rurales en todo el país. Wipro, otra compañía de tecnología, ha adoptado 7.500 escuelas.

Según Madhur Singh, “las ayas en Haldiram's no pueden esperar más que las sobras de la mesa. Pero una combinación de acción política e inversión privada podría darles a ellas y a todos los niños de la India, un rico festín de posibilidades”.

Secuencia 06. El guiño a Bollywood

“Amitabh, señor, por favor deme su autógrafo”

Preguntas para el debate
  • ¿Quién es Amitabh?
  • ¿Por qué tiene tanto interés Jamal en conseguir ese autógrafo?
  • ¿Qué hace para conseguirlo?
  • ¿Qué es Bollywood?
Claves para el debate

Jamal quiere un autógrafo de Amitabh y para conseguirlo no duda en sumergirse en una letrina y correr hacia su ídolo. ¿Quién es Amitabh? ¿Qué representa en la película?

Amitabh Bachchan es un actor indio que goza de gran popularidad en la India. Las películas que protagonizó con gran éxito en los años 70 lo convirtieron en un personaje muy famoso en la India. Es un ídolo del fenómeno de Bollywood. El ansiado autógrafo de Amitabh y el baile final al más puro estilo Bollywood son dos concesiones de Boyle a la gran factoría india.

La India es el primer país productor mundial de películas (hasta 1.000 cada año), rodadas en las diversas lenguas del país. Pero Bollywood (por Bombay), sólo produce películas en hindi y es el centro cinematográfico más importante de la India e incluso del mundo. Destacan las canciones que se presentan en cada película (5 a 7 canciones por película) y sus extraordinarias coreografías.

En 2007 Bollywood produjo 1.146 películas, con unos ingresos de 2.200 millones de dólares, cifra que puede llegar en 2012 a 4.000 millones. Supera en beneficios al cine norteamericano. El cine en la India es muy popular. Es preciso tener en cuenta que el precio de la entrada oscila entre 5 y 50 rupias (de 10 céntimos a 1 dólar), aunque en los multicines de las grandes ciudades puede llegar a 6 dólares, y que el número de televisores es de 1 por cada 10 habitantes.

Bollywood es además una industria muy dinámica que genera 1 millón de puestos de trabajo (entre ellos, 28.000 actores).

Las películas son habitualmente en hindi, la lengua mayoritaria del país (hablada por 360 millones de personas, un 40%). El cine del Punjab pretende reflejar los valores tradicionales del nacionalismo hindú. El millonario actor Amitabh Bachchan ha criticado que en la película 'Slumdong Millionaire' no se muestre la riqueza que también existe y, por tanto, señala que ofrece una imagen muy parcial del país.

¿Cómo es una película típica de Bollywood? Cantos y danzas, primero tradicionales, luego mezclas más modernas con influencias extranjeras. Tramas sentimentales, un joven rico, una joven pobre... La pareja quiere casarse, ¿vencerá el amor al orden social? En India, casi nunca. Buenos y malos, policías y políticos corruptos. Un policía que se revela contra la injusticia. Intrigas serpenteantes. Cierta exaltación del nacionalismo que no elude desde hace algún tiempo los problemas entre musulmanes e hindúes. Nunca escenas de sexo, pero sí mucha sensualidad en las danzas y la forma de maquillar y vestir a actores y actrices.

Un modelo de cine muy diferente al modelo de Hollywood, pero al que ya se mira como un fenómeno cultural decisivo ante el que la gran factoría norteamericana no puede permanecer ajena.

Secuencia 07. Los derechos de las niñas

“¿Tienes idea de cuánto vale esta virgencita?”

Preguntas para el debate
  • ¿Cuántos personajes femeninos aparecen en la película?
  • ¿Quién es Latika?
  • ¿Cómo la conocemos?
  • ¿Cuál es su destino al margen de la protección de Jamal?
  • ¿Qué le ocurre a Latika en el hotel?
  • ¿Cómo lo cuenta y muestra el director?
  • ¿Qué tipo de relación se establece, a partir de ese momento, entre los tres personajes protagonistas?
  • ¿Cuál es la actitud de Latika en la historia y qué modelo de mujer representa su personaje en el cine?
Claves para el debate

En ‘Slumdog Millonaire’ sólo aparecen dos personajes femeninos relevantes. La madre de Jamal y Salim, a la que vemos unos segundos antes de ser asesinada, y Latika, protagonista de la historia junto con los hermanos.

Latika, al igual que Jamal y Salim, es una niña de la calle. La conocemos tras la muerte de la madre, totalmente sola y desamparada bajo la lluvia, como vemos en el fotograma inicial. Jamal le protege porque piensa que Latika puede ser el tercer mosquetero. Ella establece una relación más estrecha e intensa con Jamal. Salim tiene celos de Latika y estos celos marcarán el destino de los tres protagonistas.

Después de ser abandonada por Salim cuando huye de las garras de Maman, Latika vuelve a la escena como Cherry, una prostituta infantil, como no pocas niñas abandonadas en la India. Maman únicamente le valora y trata como tal prostituta. Es rotundo:

Maman: “Mi más preciado tesoro (...) ¿Tienes idea de cuánto vale esta virgencita?”

Su vida no mejora cuando vuelve con Jamal y Salim. En el fotograma del hotel vemos cómo Latika va a ser agredida sexualmente. La forma como está narrada mediante una elipsis y la ausencia en imágenes de esa violencia física hace que la identificación con una agresión no sea automática. Y es que, precisamente, como espectadores y espectadoras, asumimos determinados códigos de representación. Uno de ellos es identificar la violencia con el maltrato físico que se muestra con toda claridad.

Latika no ofrece resistencia ante la imposición de Salim y acepta tener una relación con él. Sin embargo, su falta de resistencia no implica que no se atente contra su libertad sexual. Latika no ama ni desea a Salim, pero se acuesta con él obligada y resignada para salvar la vida de Jamal. Salim le trata de una forma vejatoria. La frase “¡cállate zorra!” es buena prueba de su agresividad y poco respeto hacia ella.

A partir de ese momento, las vidas de los tres protagonistas se separarán durante un largo período de tiempo.

Latika se nos muestra como un personaje pasivo y de víctima. Su situación de indefensión, en tanto que niña, es mayor que la del resto de personajes, según hemos observado en la sesión previa. No obstante, y a pesar de esta situación de mayor desigualdad, Latika no hace nada para huir, a diferencia de Jamal y Salim. Es más, nunca busca a Jamal, a pesar de ser el amor de su vida. Se ha resignado desde su adolescencia a vivir bajo el dominio de los hombres. Cuando Jamal le encuentra, al final, vive en casa del mafioso Javed. Está cautiva y sólo es valorada como mujer objeto. No es capaz de resolver su destino, en parte impuesto por la desigualdad de las mujeres en la sociedad india, pero también por su propia actitud. Cuando al final de la película —contra todo pronóstico— Salim le ofrece la llave para huir, ella confiesa su miedo a decidir sobre su vida, aunque en el último momento huya. A pesar de todo, ha logrado dejar de ser una niña de la calle, a costa de vivir encerrada y de sufrir malos tratos físicos y psicológicos.

En la relación entre Latika y Jamal triunfa el amor. Ese amor romántico que representa Latika. No obstante, tendrá que enfrentarse con la realidad y superar todas las dificultades, como parece apuntar el baile del final de la película, a modo de catarsis.